A pesar que algunos antihipertensivos, como los inhibidores de enzima convertidora de angiotensina y agonistas de receptores de angiotensina, comparten un receptor comun con el SARS-Cov 2, en este momento no existe evidencia médica para suspenderlos. Lo que sí se ha confirmado es que cuando los pacientes suspenden el uso de estos medicamentos, el resultado es un mal control de la presión y por lo tanto, posibles complicaciones si el paciente contrae COVID-19.